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miércoles, 20 de mayo de 2020

TERTULIA LITERARIA

EL PRÓXIMO SÁBADO, DÍA 23 DE MAYO, A LAS 17,30 HORAS, CELEBRAREMOS UNA NUEVA TERTULIA DE LITERATURA EN LA CRISIS. @jesusbenitez INTERVENDREMOS LUIS BENAGULU Y YO MISMO. HABLAREMOS DE AUTORES LIBRES E INDEPENDIENTES, CONOCIDOS Y DESCONOCIDOS. ANIMAROS A VERNOS Y ESCUCHARNOS E INCLUSO A PARTICIPAR. PODÉIS HABLAR DE VUESTRAS EXPERIENCIAS LITERARIAS Y PRESENTAR VUESTRAS OBRAS. JESUS BENÍTEZ

lunes, 27 de abril de 2020

UN MUNDO FELIZ: LA CALLE DEL SILENCIO EN MALASAÑA

UN MUNDO FELIZ: LA CALLE DEL SILENCIO EN MALASAÑA: LA CALLE DEL SILENCIO EN MALASAÑA No sabía que se pudiese ver el silencio, antes bebía en las aguas de esta calle repleta, No sabía que pu...

LA CALLE DEL SILENCIO EN MALASAÑA

LA CALLE DEL SILENCIO EN MALASAÑA No sabía que se pudiese ver el silencio, antes bebía en las aguas de esta calle repleta, No sabía que pudiera existir un día, en el que la meta estuviese vacía. En mi calle antes había una ingente masa de gente, indiferente a mi vida, en una ida y vuelta que dejaba mi puerta abierta, siempre abierta. Era una calle del Madrid del ruido y el desaliento. El contento del alma, lo que así llaman, ha muerto por un tiempo en el Malasaña de los poetas, que ya no caminan por sus aceras, no beben en los bares. Los mares de palabras se pierden en el silencio, no hay tertulias, ni ermitaños, ni cantantes de verso. No hay nadie, la calle esta vacía, no veo los pasos tristes del poeta, que confinado, desesperado por la vida, mira las horas, las olas de esas palabras que antes cantaba, recitaba. Todas las luces de la noche se han apagado, duermen enfermas en los rincones. No sabía, de verdad, que el silencio fuese negro y oscuro, que el puro deleite de las voces de los versos, se hiciese mudo, pensamiento, sarmiento sin raíces, en la calle de mi casa, en la Malasaña de los poetas. No hay nadie, estoy solo en el balcón, hay un muro entre las paredes, en los rincones y portales. No sabía que el aire fuese tan inmenso, que el sueño se hubiese sentado en una silla, junto a los escaparates que nadie examina, junto al cristal que brilla. Una lágrima de dolor, de amor de poesía, esta en el Madrid viejo, junto al gato indiferente, cuando no hay gente, cuando los muertos forman filas, números con una ardiente pesadilla. La enfermedad, la bondad, la maldad, la repugnancia de la indiferencia, hacen que la calle, esa calle que siempre ha sido la mía, sea solo silencio, que por ella no se escuchen los pasos, que solo se vea la sombra de una guadaña, esperando la mañana. Me escondo y espero, deseo que pase y que los colores vuelvan, que las palabras me abracen y que Madrid, vuelva a ser lo que era. Malasaña sin gente es triste. Enfermedad, ¿Me pregunto cuando viniste?, la poseía duerme pero sueña continuamente, en la mente del poeta, en la calle silenciosa, en la calle de enfrente. 27.4.20. Jesús Benítez Benítez