PODEMOS
DARNOS CUENTA DE LO QUE OCURRE.-
Ayer, 31 de Enero, se
produjo en la Puerta del Sol de Madrid, una de las mayores movilizaciones
ciudadanas de los últimos años. Se ha debatido mucho sobre las cifras de
asistentes, sobre la presencia o no de la bandera nacional, sobre los motivos
que justificaban la convocatoria, sobre algunos de los representantes del
partido convocante, incluso, se ha hablado sobre Venezuela, sobre la
Universidad Española, sobre la actividad emprendedora y la creación de empresas
unipersonales, pero, en realidad, se habla poco o casi nada, sobre las razones
fundamentales por las que tal número de personas fletan tantos autocares para
venir a Madrid desde cualquier punto de España,
se ceden espacios en sus casas para hospedar a los asistentes y sobre
las sensaciones que se padecen estando desempleado, con el sueldo recortado,
sobre los contratos basura, sobre los enfermos en urgencias, sobre la ausencia
de becas, sobre esos enfermos que se mueren por la falta de medicamentos, sobre
las tarjetas negras, sobre tesoreros de partidos, sobre tramas madrileñas o
catalanas, sobre la llamada pobreza general o energética, sobre los desahucios.
Prefiero no seguir, no hace falta.
No hace falta ser afiliado
al partido convocante para darse cuenta de que lo que más se ha producido en España
en estos últimos años ha sido “dolor”, “mucho dolor” y ante el “dolor” la gente
se transforma, modifica sus actitudes. La desesperanza o la desesperación crean
héroes y para ser héroe no hay que escalar grandes murallas y tomar al asalto los
castillos. Existe un héroe excepcional. Es el que a pesar de todo, se levanta todos
los días y sigue adelante. Cualquier signo de esperanza se toma entre las manos
con ilusión, ya que hace mucha falta. Los que no quieran entender, que no lo entiendan. Pero ver esto como algo que no ocurre, es un error.
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