Otra
entrevista con el loco más cuerdo del mundo.
Segunda
visita.
Hoy me he
presentado en el centro psiquiátrico de Madrid y he preguntado por el Sr. González.
Recordemos que el motivo por el que se encuentra ingresado aquí es su detención.
Fue detenido cuando estaba orinando en la mesa del Presidente del Gobierno en
el Palacio de la Moncloa. Al parecer no recuerda estos hechos.
El Sr.
González ha tenido una vida bastante intensa, ha viajado por gran parte del
mundo como consecuencia de su actividad profesional, ocupando puestos diplomáticos.
De un tiempo a esta parte ha vagado de un lugar a otro como un indigente, hasta
el momento de la detención se le había dado por desaparecido.
Esperé más
de una hora hasta que me dejaron entrar y la entrevista la celebramos en el
tercer piso, en el mismo salón vacío donde le conocí, sentados en dos sillones
de cuero viejo y junto a las ventanas enrejadas que daban a las copas de los árboles.
El día era caluroso y la estancia, quizás por sus paredes de pintura
impermeable, provocaban cierta ansiedad, al menos a mí.
P. Me han hecho esperar hoy.
C. Ya le avisé. Antes de venir
debió haber llamado por si estaba ocupado y efectivamente, lo estaba.
P. Pensé que no tendría muchas
cosas que hacer aquí.
C. Usted cree saber todo. Además,
no me apetece mucho verle. He tenido que hacer un gran esfuerzo para ello. ¿No
se ha preguntado la razón por la que usted resulta antipático?.
P. ¡Hombre!. No sabía yo que…
C. Sí, es bastante antipático. Con
ese aspecto tan canijo y fondón. Debería de cambiar su indumentaria.
P. ¡Vaya!, y ¿Por qué?.
C. Le hace más canijo aún.
P…..
C….
P. Bueno, ¿Le parece bien que
empecemos?.
C. Si no hay otro remedio…
P. Vamos con la primera pregunta. Dígame…¿Por
dejo su actividad diplomática?.
C. ¿La actividad diplomática?. ¿Quién
le ha dicho eso?.
P. Consta en sus antecedentes.
C. No se crea todo lo que le
digan.
P. Entonces,…¿Usted no recuerda
que ocupó puestos en varias embajadas, que es diplomático?.
C. Recordar… ¿No le parece a Usted
que recordar es como una película en blanco y negro?. No todo lo que se
recuerda ha sido como uno lo ve o como lo cree ver?. Un día, me desperté y
decidí olvidar y así ha ocurrido. Ahora no me acuerdo de casi nada. Solo
retengo lo que ocurrió ayer y a veces ni eso. De este modo vivo mucho más
tranquilo.
P. Bueno, no sé…
C. ¿Qué quiere que le diga?. Recordar
puede ser muy doloroso y yo no estoy para monsergas.
P. Sin embargo, si recuerda muchos
datos y retiene mucha información.
C. Eso es otra cosa. Hay que
distinguir el conocimiento de los recuerdos. Yo lo distingo. Usted,…, no lo
entenderá, como es natural, no podría ser de otra manera.
P.
Cambiemos de tema.
C. Bien.
P. Vamos a
tratar conceptos más generales, si le parece.
C. Bien.
P. ¿Me
responderá?.
C. Claro.
P….
C….
P. Vamos a
ello…
C….
P. ¿Cómo definiría el dolor?.
C. El dolor es una percepción
sensorial, molesta, desagradable. Es el resultado de una excitación, de un estímulo.
Puede ser físico o no. Si es sentimental, genera pena, tristeza, lástima. Yo
soy muy emocional y lo he sufrido mucho. Ahora ya no.
P. ¿Por qué?.
C. Porque no me da la gana.
P.¿ Es algo tan fácil?. Un día uno
dice, no voy a sentir dolor y no lo siente.
C. Usted es un poco cretino. El
dolor tiene mucho que ver con lo que uno quiere en cada momento. Yo ahora no
tengo grandes deseos, solo pequeños e inmediatos. No permito que las cosas
pequeñas ocupen mucho espacio en mi interior. Si hay una cosa grande que me
produce mucho dolor, que me pesa mucho y me aplasta, no la hago caso y paso a
otra cosa.
P. Eso es increíble.
C. Para Usted. Parece mentira que
diga eso, si por lo que he visto se cree todo. Es un crédulo redomado.
P….
C….
P. Ya..¿Cómo definiría la
felicidad?.
C. La felicidad es la ausencia de
dolor.
P. Así…simplemente eso.
C. Sí.
P. Entonces, por lo que dice…¿Usted
es una persona feliz?.
C. Hay que distinguir, la
felicidad, la estabilidad y el equilibrio. Yo soy una persona estable, lejos
del equilibrio y básicamente feliz, lo que en conjunto es visto como una forma
de locura, ya que la gente, las personas en general, son inestables,
desequilibradas e infelices y se considera que es lo normal. Cuando siento
dolor, es tan profundo, que tengo que huir y me llevo cosas por delante, por
eso no me comprenden.
P. ¿Eso cree?.
C. Si no lo creyera no lo diría. Hay
mucho dolor en el mundo y solo hay una cosa en él que podría evitarlo, pero
parece muy ñoña y cursi. Además es algo que tiene mucho de irracional, incluso
podría decirse que es un instinto mejorado. Se prefiere que exista el dolor, es
más rentable, sobretodo económicamente.
P. ¿Cuál es esa cosa?.
C. Usted es bastante tontorrón. Me
pregunto qué hago yo hablando con una persona como usted.
P. Hombre…, yo le pregunto…
C. Sí, sí, pregunta. ¿Qué cosa va
a ser?. Piense un poco.
P. No sé…
C. El amor, el amor. No le dicho
que es algo que se ve como ñoño y cursi.
P. Ya.
P. Cambiemos
otra vez de tema.
C. No.
P. …
C. Tengo
cosas que hacer. Venga otro día. He quedado esta mañana y ya no tengo tiempo.
P. Que,
que ¿Ha quedado?.
C. Sí, he
quedado con una interna muy desequilibrada que quiere encontrar conmigo el
infinito.
P. ¿Eso es
posible aquí?.
C. No se
imagina Usted lo que puede ser posible en cualquier parte.
Se levantó
sin mirarme y moviendo la mano de lado a lado se marchó.
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