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viernes, 8 de agosto de 2014

OTRA ENTREVISTA CON EL LOCO MÁS CUERDO DEL MUNDO.- SEGUNDA VISITA




Otra entrevista con el loco más cuerdo del mundo.

Segunda visita.

 

Hoy me he presentado en el centro psiquiátrico de Madrid y he preguntado por el Sr. González. Recordemos que el motivo por el que se encuentra ingresado aquí es su detención. Fue detenido cuando estaba orinando en la mesa del Presidente del Gobierno en el Palacio de la Moncloa. Al parecer no recuerda estos hechos.

El Sr. González ha tenido una vida bastante intensa, ha viajado por gran parte del mundo como consecuencia de su actividad profesional, ocupando puestos diplomáticos. De un tiempo a esta parte ha vagado de un lugar a otro como un indigente, hasta el momento de la detención se le había dado por desaparecido.

Esperé más de una hora hasta que me dejaron entrar y la entrevista la celebramos en el tercer piso, en el mismo salón vacío donde le conocí, sentados en dos sillones de cuero viejo y junto a las ventanas enrejadas que daban a las copas de los árboles. El día era caluroso y la estancia, quizás por sus paredes de pintura impermeable, provocaban cierta ansiedad, al menos a mí.

 

P. Me han hecho esperar hoy.

C. Ya le avisé. Antes de venir debió haber llamado por si estaba ocupado y efectivamente, lo estaba.

P. Pensé que no tendría muchas cosas que hacer aquí.

C. Usted cree saber todo. Además, no me apetece mucho verle. He tenido que hacer un gran esfuerzo para ello. ¿No se ha preguntado la razón por la que usted resulta antipático?.

P. ¡Hombre!. No sabía yo que…

C. Sí, es bastante antipático. Con ese aspecto tan canijo y fondón. Debería de cambiar su indumentaria.

P. ¡Vaya!, y ¿Por qué?.

C. Le hace más canijo aún.

P…..

C….

P. Bueno, ¿Le parece bien que empecemos?.

C. Si no hay otro remedio…

P. Vamos con la primera pregunta. Dígame…¿Por dejo su actividad diplomática?.

C. ¿La actividad diplomática?. ¿Quién le ha dicho eso?.

P. Consta en sus antecedentes.

C. No se crea todo lo que le digan.

P. Entonces,…¿Usted no recuerda que ocupó puestos en varias embajadas, que es diplomático?.

C. Recordar… ¿No le parece a Usted que recordar es como una película en blanco y negro?. No todo lo que se recuerda ha sido como uno lo ve o como lo cree ver?. Un día, me desperté y decidí olvidar y así ha ocurrido. Ahora no me acuerdo de casi nada. Solo retengo lo que ocurrió ayer y a veces ni eso. De este modo vivo mucho más tranquilo.

P. Bueno, no sé…

C. ¿Qué quiere que le diga?. Recordar puede ser muy doloroso y yo no estoy para monsergas.

P. Sin embargo, si recuerda muchos datos y retiene mucha información.

C. Eso es otra cosa. Hay que distinguir el conocimiento de los recuerdos. Yo lo distingo. Usted,…, no lo entenderá, como es natural, no podría ser de otra manera.

 

P. Cambiemos de tema.

C. Bien.

P. Vamos a tratar conceptos más generales, si le parece.

C. Bien.

P. ¿Me responderá?.

C. Claro.

P….

C….

P. Vamos a ello…

C….

 

P. ¿Cómo definiría el dolor?.

C. El dolor es una percepción sensorial, molesta, desagradable. Es el resultado de una excitación, de un estímulo. Puede ser físico o no. Si es sentimental, genera pena, tristeza, lástima. Yo soy muy emocional y lo he sufrido mucho. Ahora ya no.

P. ¿Por qué?.

C. Porque no me da la gana.

P.¿ Es algo tan fácil?. Un día uno dice, no voy a sentir dolor y no lo siente.

C. Usted es un poco cretino. El dolor tiene mucho que ver con lo que uno quiere en cada momento. Yo ahora no tengo grandes deseos, solo pequeños e inmediatos. No permito que las cosas pequeñas ocupen mucho espacio en mi interior. Si hay una cosa grande que me produce mucho dolor, que me pesa mucho y me aplasta, no la hago caso y paso a otra cosa.

P. Eso es increíble.

C. Para Usted. Parece mentira que diga eso, si por lo que he visto se cree todo. Es un crédulo redomado.

P….

C….

P. Ya..¿Cómo definiría la felicidad?.

C. La felicidad es la ausencia de dolor.

P. Así…simplemente eso.

C. Sí.

P. Entonces, por lo que dice…¿Usted es una persona feliz?.

C. Hay que distinguir, la felicidad, la estabilidad y el equilibrio. Yo soy una persona estable, lejos del equilibrio y básicamente feliz, lo que en conjunto es visto como una forma de locura, ya que la gente, las personas en general, son inestables, desequilibradas e infelices y se considera que es lo normal. Cuando siento dolor, es tan profundo, que tengo que huir y me llevo cosas por delante, por eso no me comprenden.

P. ¿Eso cree?.

C. Si no lo creyera no lo diría. Hay mucho dolor en el mundo y solo hay una cosa en él que podría evitarlo, pero parece muy ñoña y cursi. Además es algo que tiene mucho de irracional, incluso podría decirse que es un instinto mejorado. Se prefiere que exista el dolor, es más rentable, sobretodo económicamente.

P. ¿Cuál es esa cosa?.

C. Usted es bastante tontorrón. Me pregunto qué hago yo hablando con una persona como usted.

P. Hombre…, yo le pregunto…

C. Sí, sí, pregunta. ¿Qué cosa va a ser?. Piense un poco.

P. No sé…

C. El amor, el amor. No le dicho que es algo que se ve como ñoño y cursi.

P. Ya.

 

P. Cambiemos otra vez de tema.

C. No.

P. …

C. Tengo cosas que hacer. Venga otro día. He quedado esta mañana y ya no tengo tiempo.

P. Que, que ¿Ha quedado?.

C. Sí, he quedado con una interna muy desequilibrada que quiere encontrar conmigo el infinito.

P. ¿Eso es posible aquí?.

C. No se imagina Usted lo que puede ser posible en cualquier parte.

 

 

Se levantó sin mirarme y moviendo la mano de lado a lado se marchó.


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