Powered By Blogger

domingo, 15 de febrero de 2015

¿EL SENTIDO TRÁGICO DE LA VIDA?




COMENTARIO

¿El sentido trágico de la vida?.

Vivimos tiempos en los que parece que el sentido trágico de la vida ha ido tomando terreno y sentimos que todo aquello que vivimos y sentimos está influenciado por cierta tragedia, empezando por la nuestra. Si, sentimos la vida de una manera trágica y dolorosa. Muchas veces hablamos de la vida utilizando términos belicos que incitan a ver nuestra existencia como una batalla. “Lo conseguí, después de mucho sacrificio”. “Me han arrastrado a esto o a aquello”. “He vencido mis propios miedos”. “Hay que luchar  todos los días”.  Podría seguir añadiendo frases y frases, haciendo estos comentarios aburridos y larguísimos.
El escritor Carlo M. Cipolla, en su obra titulada Allegro Ma Non Troppo, inicia sus palabras aludiendo a que la vida es una cosa seria, muy a menudo trágica, algunas veces cómica. Comenta que los griegos cultivaron el sentido trágico de la vida y que los romanos, más prácticos en general, no hacían de la vida una tragedia.
Como digo, en la actualidad, en los tiempos que corren, cuando preguntas a la gente sobre la vida, sobre los aspectos trágicos o cómicos de ella, la mayoría no la ve ni la siente con buen humor, sino como algo complejo que parece ajeno a nosotros, que nos ataca y de la que nos tenemos que defender de modo permanente. La vida es una contradicción; por una parte, sin ella no existiríamos, por otra parte, contra ella tenemos que luchar, vencerla poco a poco y sobretodo pelear contra sus elementos, que son, entre otros, la injusticia, la violencia, la maldad, la desigualdad…Lo cierto es que la vida, si es vista así, en vez de ser un paisaje, a veces extenso e indefinido y a veces próximo y claro, se convierte en un torrente que lo inunda casi todo, en una pendiente gigantesca a cuya cima no llegaremos nunca. Lo más fácil o probable es que nos quedemos por ese camino duro e inclinado y que todo haya sido en vano. La vida, vista de este modo, pierde mucho sentido; vivir sin él, es una gran pérdida y además “no puede ser posible”.
Efectivamente, “no puede ser posible”. Todo lo que ocurre en la naturaleza tiene un sentido, nada se produce sin él. Distinto es que lo aleatorio sea muchas veces lo que genere los cambios más relevantes. Distinto es que esa naturaleza no sea algo lineal, sino zigzagueante y variable. Incluso la inestabilidad de la naturaleza, que no tiene nada que ver con el equilibrio, tiene su propio sentido, una causa, un efecto.
Si la vida, la existencia, siempre tiene sentido, lo que ocurre es que no sabemos mucha veces detectarlo y descubrir el lugar que ocupamos en ella, no sabemos lo que debemos hacer, ni valorar lo que hemos hecho.
La vida es tan sorprendente que se convierte en algo inesperado y esa sorpresa nos debería de hacer vivir con una visión más divertida sobre ella.
Cuando somos niños y alguien se esconde tras una esquina y nos saluda de modo repentino, nos sorprende, a la mayoría de los niños les hace reír, no llorar.
Además la vida, dentro de su naturaleza zigzagueante y variable, nos proporciona muchas posibilidades para descubrir de modo cómico lo que nos puede ofrecer.
He conocido personas con una pobreza extrema que cualquier detalle les hacía sonreír e incluso reír a carcajadas y personas bien adineradas que se mantienen en un permanente estado de insatisfacción.
La visión de la vida solo depende de cada uno, nos engañamos insistiendo en la existencia de culpables, de circunstancias que nos impiden evitar su sentido trágico. No somos capaces, como lo eran los romanos, de ser más prácticos y lo práctico, sin duda, es buscar y encontrar cada día la comicidad de la vida.
Si, es cierto. La comicidad de la vida es como la aerofagia en un ascensor, como un tropezón ante un charco, como un desconocido que te saluda por una confusión, como un chiste bien contado.
Las personas trágicas transmiten dolor y las cómicas alegría. Ante las situaciones difíciles y trágicas la mente y el cuerpo se paralizan, la imaginación, la visión de una realidad diferente, nos hace descubrir muchas salidas, muchas formas de actuar y de vivir de modos diferentes.
En realidad lo único que debemos exigirnos a nosotros mismos es el auto-educarnos en la llamada “levitas” e intentar no estar siempre en la “gravitas”.
Eso sí, para el humorismo, para detectar el sentido cómico de la vida hay que disponer de una sutil y feliz disposición mental y no todas las personas la tienen.
En todo caso, durante toda la existencia del ser humano en la tierra, se ha demostrado que la visión de la vida desde un punto de vista trágico, nos hace profundamente infelices, antisociales e incluso violentos y que la visión de la vida desde un punto de vista cómico, humorístico, ha permitido a grandes personajes alcanzar logros insospechados y no solo eso, hacer la existencia de los demás más práctica y aceptada.
No se trata de estar riéndose a cada minuto. No, no se trata de eso. De lo que se trata es de rechazar ese permanente, pesado y oscuro sentido trágico de la vida que nos ahoga cada vez más y que no nos deja respirar. Solo se trata de eso. A veces lo conseguiremos y otras no, pero cuando se alcanza el objetivo…

No hay comentarios:

Publicar un comentario