NO
POR REPETIR UNA IDEA INCIERTA SE CONVIERTE EN CIERTA.
Muchas veces se
reitera una y otra vez la versión de una idea o de un hecho que no son ciertos.
La reiteración parece obrar una especie de milagro y con el tiempo, no se
distingue bien lo que esa idea o ese hecho tienen de certidumbre o de engaño.
La historia está repleta de errores que provienen de esto y la política, se
soporta con frecuencia en ese alarde de imaginación y de tiempo transformadores
que hacen mutar lo posible en imposible y lo imposible en posible.
En la vida ordinaria,
en la corriente, en la de todos los días, se crean versiones y versiones de lo
que ocurre y eso parece que nos hace más fáciles las cosas, aún a sabiendas de
que la incertidumbre o la falsedad nos hacen ser menos auténticos y menos
verdaderos.
Los comportamientos
humanos no son simples. Parece que huimos de la simplicidad y que buscamos lo
complejo. Todos tenemos varias versiones de nosotros mismos y es frecuente que
ninguna de ellas sea la que deseamos. Permanecemos en una permanente búsqueda
de nosotros mismos y en esa búsqueda nos enfrentamos con los demás o más bien
nos encontramos con otros a los que les
pasa lo mismo. Nunca o casi nunca, sabemos bien quienes y como somos y menos
aún como son los otros.
Los medios de
comunicación se empeñan con insistencia en destruir personas, que es lo mismo,
muchas veces, que destruir ideas y hechos reales. El ejercicio de la libertad
de información y el derecho a la libertad de conocer lo que ocurre a nuestro
alrededor, tienen mucho de aventura. No sabemos si la información es cierta, si
la persona de la que se escribe o se habla es realmente como parece ser, no
sabemos lo que un partido político pretende de verdad, lo que un periodista
quiere decir en el fondo. No sabemos a que responden las noticias, lo que se
pretende con ellas. Muchas veces pensamos que la enemistad de unos y otros es
efectiva, agria y permanente, pero…, luego, no es así, esa apariencia, es solo
una versión prefijada, determinada, para que pensemos o creamos algo que no es
lo que deberíamos pensar, si la información fuese veraz.
Entre las personas y
en los medios de información se repiten una y otra vez frases compuestas que han
sido creadas para modelar nuestras opiniones: “Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”, “La izquierda y la
derecha”, “Hemos tocado fondo, la senda de la recuperación ha empezado”, “Es el
momento del cambio”….
Un solo titular en un
periódico es repetido de diferentes formas una y otra vez. Esas formas
aparentan ser titulares distintos, pero en realidad quieren decir lo mismo en
distintos momentos. La idea o el hecho es el mismo. Se repite y se repite con
distintas palabras y se introduce en nuestros cerebros hasta tal punto que su
significado se consolida en nuestro interior y aún teniendo inicialmente una
opinión contraria a su contenido, se
asienta en las neuronas y en el instante más insospechado reaparece, afecta a
la opinión inicial y modifica la conclusión. Es decir, nos hace pensar de un
modo diferente.
Muchas veces opinamos
con ideas ajenas, describimos hechos descritos por otros, utilizamos
referencias que no son las nuestras, las que deberían ser fruto de nuestra
experiencia o de la observación de la sociedad en la que vivimos o de las
personas que nos rodean.
¿Qué es verdad y qué
es mentira?. ¿Nos lo preguntamos?.
No
por repetir una idea incierta se convierte en cierta. Esta es
otra frase compuesta.
Este año en España, son
tantas y tantas la ideas y hechos inciertos que nos serán presentados como ciertos,
como indudables, como absoluta y radicalmente veraces, que deberíamos meditar sobre
ello y reflexionar antes de formarnos una opinión. La dignidad de lo que somos nos
aconseja que así sea.
JB
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